Hoy 5 de Junio se celebra a nivel mundial el Día del Ambiente. Celebrándose desde 1972, nace como un esfuerzo de las Naciones Unidas por poner foco en temas relevantes al medio ambiente, y cada año se pone foco en una temática en particular.
Este año 2020, el tema es la Biodiversidad. Eventos catastróficos recientes como los incendios forestales a gran escala en la selva amazónica de Brasil, así como también los ocurridos en California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de África y la actual pandemia de COVID-19 demuestran que la Naturaleza nos está enviando un mensaje.
El 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas designó al 5 de junio como “Día Mundial del Ambiente”, con miras a hacer más profunda la conciencia universal de la necesidad de proteger y mejorar el medio ambiente.
Se eligió esa fecha porque fue el día de apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, Suecia en 1972, la misma que llevó al establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Veinte años más tarde, la Asamblea General convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río 92), ocasión en que los gobiernos se reunieron con el objeto de adoptar las decisiones necesarias para llevar a cabo los objetivos de la Conferencia de Estocolmo y asumir el compromiso de alcanzar un equilibrio viable y equitativo entre el medio ambiente y el desarrollo, así como un futuro sostenible para la Tierra y los seres vivos que en ella habitan.
La biodiversidad es la variedad de seres vivos en el planeta. Actualmente hay aproximadamente ocho millones de especies en la Tierra, viviendo cada una en un ecosistema único. Cada miembro de esta biodiversidad juega un papel fundamental en el equilibro natural.
La biodiversidad es la base de toda la vida en la Tierra, y sin ella, la salud humana queda comprometida. Agua limpia, aire puro, alimentos nutritivos, todo ello depende absolutamente de la biodiversidad.
Pero las actividades humanas llevan décadas alterando el planeta, causando una pérdida de biodiversidad donde cada año es mayor, y este 2020 nos lo está mostrando de la manera más cruda. Incendios forestales de dimensiones nunca antes vistas; sólo en Australia el saldo fue de más de 11 millones de hectáreas quemadas y alrededor de 1.25 mil millones de animales perecieron. Inundaciones, invasiones de plagas, una pandemia.. Y no nos olvidemos que el hielo glaciar sigue derritiéndose, los arrecifes de coral se han reducido a la mitad y la contaminación oceánica es cada día mayor.
El bienestar de la humanidad, del medio ambiente y el funcionamiento de la economía dependen en última instancia depende de una gestión responsable de los recursos naturales del planeta. Las pruebas demuestran que las personas estamos consumiendo muchos más recursos naturales que los que el planeta puede proporcionar de forma sostenible. Muchos de los ecosistemas de la Tierra están llegando a puntos críticos de agotamiento y un cambio irreversible, empujados por un aumento de la población y del desarrollo económico. Para 2050, si continúan las actuales pautas de consumo y producción y con el aumento de la población a 9,6 mil millones, necesitaremos tres planetas para mantener nuestros modos de vida y consumo.
Vivir teniendo en cuenta los límites planetarios es la mejor estrategia para asegurar un futuro sostenible. La prosperidad humana no puede suponer un coste a la Tierra. Vivir de forma sostenible significa hacer más con menos. Darse cuenta de que mantener las actuales tasas del uso de recursos naturales e impactos medio ambientales no son fruto indispensable del crecimiento económico.
Fuente: www.todociencia.com.ar
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